Por Joaquín Fernández Moreno
Fotos: yricardo
No hay fuerza capaz en el mundo de detener la alegría. Ni los golpistas en la hermana Honduras, ni el bloqueo del Norte contra Cuba. Lucius Walker está otra vez con sus Pastores por la Paz y con nosotros. Ojo: El grupo Los Guayaberos descarga frente al edificio holguinero de La Periquera, en vísperas del aniversario 56 del 26 de Julio.Para mañana, en el Oriente de Cuba, se espera un día caluroso y poca nubosidad. Es posible una nueva onda tropical. Irak y Afganistán se desangran. Israel y Palestina siguen ahí. Nada nuevo. Sólo que 200 mil hijos de esta tierra estarán temprano este domingo en su Plaza Mayor, la de Calixto García, para juntar por centésima vez, palmas y corazones.
La provincia de Holguín, después de ofrecer en silencio y a puro sudor una lección al mundo de lo que es capaz el ser humano cuando defiende su sangre y su acción, tiene a su favor todas las razones para lanzar al viento sus mil alegrías de colores, en una ocasión para olvidar huracanes, tomar aliento, retirar la apatía, y mostrar una gala de su arte, que es enseñar sus entrañas, porque “el arte, como la sal a los alimentos, preserva a las naciones”.La reliquia de nuestra Periquera, una vez más, con nuestros artistas de siempre, sirvió para no olvidar, que “la única soberanía es la dignidad de los propios pueblos en su vida diaria”, y que, según Chéjov, “lo principal es cambiar la forma de vivir, lo demás no sirve para nada”.
Santa palabra. Gira el mundo, gira. No habrá jamás fuerza capaz de bloquear ni detener la alegría. Aquí estamos.
