domingo, 30 de agosto de 2009

El paseo del Carnaval

Por José Ramírez Pantoja
Fotos: Lázaro Wilson

Diez carrozas, dos paseos, dos comparsas, una sonata, un rumbón más los paseos y hombres carrozas de Santiago de Cuba conformaron el hermoso desfile del carnaval que alegró a los holguineros –dedicado a la sede del 26 de Julio, Día de la Rebeldía Nacional.

A las nueve carrozas del año pasado se sumó en esta ocasión la de las muchachas y muchachos de la Federación Estudiantil de la Enseñanza Media (FEEM), quienes protagonizan su espectáculo en la carroza de la Cervecería Bucanero S.A.. Así la organización juvenil y la empresa mixta comparten su participación en tan atractiva actividad del carnaval que ahora extiende su recorrido.

Las demás carrozas corresponden a sectores como el de la construcción, la agricultura, la industria básica, el comercio, el de la industria azucarera, de la industria ligera y el SIME, también están una de la Casa de Cultura Manuel Dositeo Aguilera, otra del Centro Provincial de la Música y los Espectáculos y la más vistosa que pertenece a los sectores de la cultura y el transporte.

Los paseos, el de la Glorieta y el Alegre Juventud aunque no por tradicionales dejan de ser atractivos al igual que las comparsas, de los repartos holguineros de Pueblo Nuevo y Vista Alegre, en todos los casos dirigidos por experimentados maestros en este tipo de espectáculos.

De la Heroica y Hospitalaria Santiago de Cuba llegaron a nuestro carnaval, la comparsa de La Placita, el paseo de La Textilera además de los llamativos Hombres-Carrozas, estos últimos con un espectáculo titulado “Constelación de Colores”, cuya dirección corresponde a Elio Miyares.

Al decir del licenciado Ermelio Polanco Silva, presidente por más de 30 años del jurado central del Carnaval holguinero, el paseo estuvo caracterizado sobre todo por el colorido, y el entusiasmo del público.

domingo, 23 de agosto de 2009

Deja que yo te cuente… de mi carnaval

Por José Ramírez Pantoja
Fotos: Lázaro Wilson

Deja que yo te cuente de mi carnaval fue el nombre del espectáculo con el que más de un centenar de artistas del patio y de la capital le dieron la bienvenida al carnaval holguinero 2009 en el Teatro del Pueblo. Un numeroso público integrado por alrededor de 3 mil personas disfrutó de tan hermosa presentación en la Ciudad cubana de los Parques.

Como es habitual, la Plaza Camilo Cienfuegos, ahora completamente remozada, se convirtió en escenario de una cita en la que buen gusto, tradición y modernidad se dieron las manos y la que al igual que el carnaval estuvo dedicada a la reciente celebración por el 26 de Julio, Día de la Rebeldía Nacional.

Dueña de un carisma singular, con un timbre inconfundible y exquisito dominio de la técnica vocal salió a escena “Luma”, Lucrecia Marín, una de las más hermosas voces del catálogo musical holguinero y cubano, lo que demostró con creces al interpretar “Viaje de partida”.

Primerísimas figuras de la música popular cubana como Mundito González, Sergio Farías, Vania Borges, Osdalgia, el maestro Alfredo Morales (Chiquitín), arrancaron cerradas ovaciones del pueblo que fue a disfrutar del talento de estos reconocidos intérpretes.

La escena se vistió de lujo al presentar a solistas de la talla de Martha de la Paz, Delvis Lozano, Kenia Allen, Yamila Orozco, Aida Montero, Ever Fonseca y Yamilka Pérez, esta última la intérprete que defendió la pieza “Mi Carnaval es original”, tema que identifica a los festejos populares de este 2009.

También se presentaron el grupo de hip hop fusión Tolerancia, el DJ César, el actor Wilson Delgado y bailarines de los cuerpos de baile de los hoteles Playa Pesquero y Río de Oro, además de la compañía Panorama del Centro Provincial de la Música y los Espectáculos Faustino Oramas.

Aparte exclusivo merecen, por su condición de invitados especiales, cinco de los actores del colectivo del espacio humorístico de la Televisión Cubana, “Deja que yo te cuente”. Nelson Gudín, Carlos Gonzalvo, Yelliset Valdés, y los holguineros Leonardo Santiesteban y Rewel Remedios.

Gudín quien encarna a los personajes de Flor de Anís y Urbinito; Gonzalvo al de Mentepollo; Yelliset que da vida a Felipa y a Beruco; Leonardo al viejito Maraca y Rewel al carismático dirigente Lindoro Incapaz, recibieron gran acogida por los asistentes.

Por más de dos horas, unos tres mil holguineros entre ellos la dirección política, gubernamental y cultural de la provincia, disfrutaron junto al pueblo de esta fiesta que bajo la dirección artística y general de Víctor Osorio Zaldívar, abrió con broche de oro el Carnaval Holguín 2009, dedicado al 26 de Julio, Día de la Rebeldía Nacional.

martes, 18 de agosto de 2009

Con Binímar en la tierra de Fidel

Por Yordanis Ricardo Pupo
Fotos: Yoan Zaldívar

Pasar por Cueto y no visitar la casa familiar de los Castro Ruz es como estar en La Habana y no ver el Capitolio. En el sitio histórico de Birán –declarado recientemente Monumento Nacional-, comenzó la última jornada de la Trepada Cultural y Deportiva Holguín 2009, una suerte de recorrido artístico por comunidades del Plan Turquino de esta oriental provincia.

I
Es lo bastante temprano como para que nuestros zapatos se mojen con el rocío de la mañana. Estamos justo en el antiguo Camino Real que unía la bahía de Nipe, en el norte, con la de Santiago de Cuba, al sur. A nuestro alrededor, 11 instalaciones bien conservadas de las 27 que tuvo originalmente el batey fundado por el emigrante español Ángel Castro Algíz.

Una mujer que parece haber crecido en esta hacienda nos conduce lentamente por las distintas áreas del Museo: la escuela donde aprendió a leer el Comandante en Jefe, la valla de gallos, la casa construida para el abogado y nunca habitada porque él andaba en líos de revolución, la vivienda familiar, destruida por un incendio en la década del cincuenta y restaurada por orden de Celia Sánchez… Paredes y objetos que transpiran historia y nos animan a seguir repartiendo arte en estos montes.

Llegamos así a La granja, una comunidad asentada en una pequeña elevación desde donde se domina la mayor parte del municipio. A lo lejos, el central de Marcané sigue produciendo azúcar y mieles como en la época en que los Castro eran los dueños de estas tierras –las primeras entregadas a los campesinos por el Gobierno revolucionario al firmarse la Ley de la Reforma Agraria en 1959-.

Dicen que una de las quejas de los habitantes de La Granja es que nunca los visitan conjuntos artísticos. El camino no es para nada molesto y ni siquiera hay lomas como las vistas anteriormente. Sin embargo nadie viene. Nuestro colectivo supo la razón: encontramos un público apático, incapaz de sumarse a actividades tan sencillas como inflar un globo o mover un poco las caderas y otros capaces de objetar nuestro derecho a almorzar con los recursos traídos por nosotros mismos.

La voz líder de Binímar –septeto establecido a pocos kilómetros de aquí y que nos ha acompañado desde el primer día-, apenada corría de un lado a otro intentando poner orden en aquel caos. Quizás esperábamos demasiado de la tierra de Fidel, de la de Binímar…

II
Airados llegamos a Sabanilla, al otro lado del pueblo, entre los ríos Birán y Nipe –que dan nombre al septeto de marras-. Entonces llegó la lluvia salvadora y cual milagro de natura se calmaron los ánimos y descubrimos una cara de la moneda completamente diferente.

Aun sobre la tierra enfangada, el espectáculo fue todo un éxito. Jaime tuvo que cantar dos canciones más. Binímar estrenó números que fueron sumamente aplaudidos por sus coterráneos y los cientos de personas congregadas allí –algunos de ellos mojados y borrachos de cerveza a granel y licor extraseco-, se fundieron con la brigada al sonar la conga santiaguera.

La despedida fue un abrazo multitudinario: el INDER, Patrimonio, Trébol Teatro, Guabajaney Show, el solista del Teatro Lírico, Parra, Agüero, los chóferes… terminando así cinco días en familia, de recorrer lomas y parajes distantes, de hacer amigos entre los campesinos, y sobre todo, contentos de que la tierra de Fidel y de Binímar finalmente no defraudaran a la cultura cubana.

viernes, 14 de agosto de 2009

Trepada 2009: Más allá del valle del Mayarí

Por Yordanis Ricardo Pupo
Foto: Yoan Zaldívar y yricardo

Para el hombre de campo, no hay nada mejor que comenzar la jornada con un café con leche bien caliente mientras escucha una tonada campesina o ranchera mexicana. Así fuimos recibidos en Mayarí luego de la más azarosa noche vivida por la brigada artística que durante cinco días recorrió comunidades de difícil acceso en el Plan Turquino holguinero.

La calidad del desayuno y la calidez del recibimiento en la tierra del maestro del piano Frank Fernández, sin dudas ayudaron a que parecieran más cortas las dos horas de camino hasta La Güira, en Pinares de Mayarí.

Primero fue subir La Bandera, esa loma famosa desde donde se pueden ver claramente las ciudades de Banes y Antilla, al otro lado de la bahía de Nipe. Luego, pasar cerca de las minas a cielo abierto y de los Planos Inclinados por donde se transporta el mineral que se procesa en las fábricas de Nicaro.

El polvo rojo que levanta el carro en que viajamos habla de la riqueza de estas tierras. Cada año bajan de estas lomas grandes cantidades de níkel, madera y café y miles de turistas visitan el Parque Nacional La Mensura, hábitat natural de más de 300 especies endémicas de la flora cubana.

La Güira parece estar en el fin del mundo. El trayecto es pesado y llegamos medio mareados. Por suerte, viaja con nosotros la doctora –una holguinera que cumple su servicio social aquí-, y al llegar nos brinda su casa. Allí descansamos, vemos televisión, tomamos agua fría (todo un privilegio en estas alturas) e improvisamos los camerinos.

Los pobladores nos esperan desde muy temprano. Mientras comienza el espectáculo juegan dominó, toman aguardiente y conversan entre sí.

El público participa animadamente en las competencias que organizamos: tres muchachos se discuten el título de “más sexy”, otros piropean a las cantantes, aunque no se atreven a pronunciar el nombre del objeto que exhibe Clarita, la especialista de Patrimonio. El vergajo que antes causaba dolor provoca ahora risa y relajo en estos guajiros mayariceros.

Las dos horas de presentaciones de la brigada transcurren entre carcajadas, aplausos y gritos de euforia. Hoy, la alegría de esta gente es incomparable… Viven muy lejos de los teatros citadinos y hasta de las Casas de Cultura. Tal vez nunca verán un ballet o al teatro lírico, por eso el empeño de estos artistas en subir hasta aquí y trabajar para ellos –la mayoría sin cobrar un centavo por ello-.

En Vivero 2 la historia no es diferente. Nos reciben con una tabla gimnástica preparada con talento local. Las competencias deportivas y el sol de media tarde los hace sudar. Desde los niños más pequeños hasta los abuelitos se suman a las actividades. Los ganadores reciben libros y juegos de mesa que comienzan a usarse de inmediato.

La última parada del día la hacemos en el Salto El Guayabo, uno de los más grandes de Cuba. Admiramos la belleza del paisaje y nos hacemos fotos con la cascada de fondo. Cuando retomamos La Bandera, caía la noche sobre el valle del río Mayarí.


miércoles, 12 de agosto de 2009

Frank País: la noche en que pudo acabar la Trepada

Por Yordanis Ricardo Pupo
Foto: Yoan Zaldívar

Si Sagua de Tánamo es el municipio montañoso más conocido de Holguín, Frank País es el más ignorado. Allí llegamos el tercer día de la Trepada cultural y deportiva que desde Moa hasta Cueto llevó arte y recreación sana a comunidades de difícil acceso del Plan Turquino de esta oriental provincia.

I
Para llegar a Rancho Alegre, en el Consejo Popular El Quemado, hay que subir unas cuantas lomas, pasar algunas curvas, franquear grandes barrancos, descender una elevada pendiente y cruzar una talanquera. Solo entonces puedes bajar del camión y respirar aliviado.

Los tres camiones en que nos movemos causan admiración: “nunca hemos visto tanto carro junto por aquí”, dicen. La abundancia de transportes responde a que en uno venimos “los de Holguín”, que sumamos más de treinta, en otro los especialistas de la Galería de Arte y el Museo municipal, funcionarios de Cultura de Frank País y los septetos Son del Batey y Sierra Cristal; y en el último la “gastronomía” y las bebidas, entre ellas, la nueva cerveza holguinera Cacique.

Es la primera vez que una brigada artística llega a este lugar, así que no nos sorprende que los pequeños no hayan visto nunca a un payaso de verdad. Cuando descubren a las de Trébol Teatro no paran hasta tener sus caras maquilladas como ellas y hasta preguntan donde han metido la roja nariz y los grandes zapatos tradicionales de estos artistas.

En esta parte de Rancho Alegre hay sólo una casa, junto a un pequeño aserradero de madera donde dormita una cotorra, el bohío que usamos de escenario y la escuela primaria –para cinco alumnos, con el infaltable busto del apóstol José Martí, la computadora y el televisor, ambos alimentados con energía solar-.

Existe también una mini hidroeléctrica y grandes plantaciones de café y cacao. En las laderas de estas lomas crecen silvestres Mariposas –nuestra flor nacional-, dulces piñas y coloridos marañones…

Mientras se cocina una caldosa de carne de cerdo y viandas variadas, los artistas interactúan con cientos de personas que han salido de dios sabe donde. La gente participa con entusiasmo en los juegos, aplaude efusivamente cada número del espectáculo y así agradece humildemente nuestra presencia allí.

Transcurren varias horas, y en el momento de la partida, una buena parte de los habitantes del Rancho se unen a nosotros para seguir la fiesta en La Yúa, otra comunidad más cerca de la carretera, aunque el camino es casi tan abrupto como el anterior.

II
Un inmenso árbol de hojas espinosas anuncia que estamos cerca. Hemos pasado por Corrales, y disfrutado de hermosos paisajes de palmas reales. Desde estas montañas la vista alcanza el chocar de las olas del Atlántico; el espectáculo es tan colorido cómo el que está por comenzar.

Sobre una loma, en los restos de un bohío abandonado –quizás porque sus dueños emigraron a la ciudad-, se organiza el jolgorio: el septeto Binímar de Cueto calienta la pista donde bailará la muchacha de Guabajaney Show. El público y los artistas se mueven constantemente: de lo queda del piso de la casa al patio lateral –se aprovecha el espacio disponible como en el mejor escenario de la ciudad-.

El mago y el humorista hacen de las suyas y Parra, el funcionario de Cultura que atiende el Plan Turquino, interpreta algunos boleros de los que tanto gustan en estos lares.

El presidente del Consejo Popular se preocupa porque no falte el agua fría, aunque el sistema electroenergético nacional no pasa por aquí y la planta eléctrica trabaja pocas horas al día. En la sala de video –que funciona con paneles solares-, se proyectan las más recientes películas producidas en el país.

III
En ese apartado municipio de nuestra geografía pudimos comprobar la valía y el espíritu de sacrificio de los artistas y personal que nos acompañaba, cuando ya entrada la noche, luego de actuar en Rancho Alegre y La Yúa, de bañarnos en el río Cabonico, y de comer en la ciudad, descubrimos que las condiciones de la escuela donde dormiríamos eran casi infrahumanas, por lo que la tropa prefirió dormir en el bus y en la tarima de la plaza local.

Al amanecer, casi sin pegar ojo, las muchachas se asearon en casas de vecinos, los muchachos en un tanque de agua cercano, y marchamos hacía Mayarí, de donde luego de desayunar partiría un camión para Pinares de Mayarí y la guagua de regreso a Holguín con los que desearan abandonar la gira.

De más está decir que hasta el chofer del bus subió a Pinares, que nadie recordó en todo el día donde había pasado la noche, porque, definitivamente, los habitantes de esos pueblos montaña arriba no eran culpables de los errores de cómodos directivos del llano. La Trepada debía continuar y así fue.

sábado, 8 de agosto de 2009

Trepada 2009: De Rancho Grande a San Pedro hay algo más que lomas

Por Yordanis Ricardo Pupo
Foto: Yoan Zaldívar

Sagua de Tánamo es quizás la zona del Plan Turquino holguinero más conocida por los habitantes de esta oriental provincia. Sobre estas lomas andan cada año miles de estudiantes que pasan la “escuela al campo” recogiendo café. En esta época del año no hay mucha actividad por aquí. Los codiciados frutos recién empiezan a nacer y los muchachos disfrutan en sus casas de este caluroso verano.

Sin embargo, algo rompe la tranquilidad de estos parajes e incita a cientos de personas a recoger otros frutos. El rumor corre de bohío en bohío: “viene una brigada de Holguín. Dicen que estarán en Rancho Grande…” y así es, el camión de la Trepada Cultural y Deportiva 2009 llega dando tumbos hasta el potrero donde nos esperan los rancheros.

La planta eléctrica ya está encendida. Hoy no ha faltado el combustible y la gente se ve contenta. El escenario está listo: bajo una mata de guásima apilaron el suelo y cercaron para que se muevan “los artistas”. Las reproducciones de arte universal cuelgan en una cerca de mayas. Hay café recién colado, cocos de agua, mangos de Toledo y enormes plátanos verdes que causan admiración entre los citadinos.

Comienzan los juegos de participación con los más pequeños, el septeto Binímar entona guarachas y guajiras, los hombres concursan con Trébol Teatro para saber quien es el más sexy de estas montañas y Clarita exhibe un vergajo de los que usaban los policías de Batista en la década del cincuenta –los más viejos lo recuerdan muy bien, de cuando eran expulsados de sus tierras para el Camino Real-.

La fiesta se extiende hasta bien entrada la tarde y los campesinos no nos dejan ir sin antes hacernos partícipe de su cultura: pelean gallos, enlazan reses y cabalgan sobre sus caballos. Algunos miembros de la Trepada se estrenan como jinetes y nos dan un buen susto cuando los animales se ponen rebeldes e intentan lanzarlos al piso.

El sol pica fuerte cuando tomamos el camino de San Pedro, una comunidad en la carretera Sagua-Moa. Allí, a pesar del cansancio, de los problemas con el audio y de que preferimos el público de las zonas más intrincadas, la brigada se luce en la segunda presentación de la jornada. Los aplausos finales así lo confirman.

jueves, 6 de agosto de 2009

Trepada 2009: La Calentura de los Farallones de Moa

Por Yordanis Ricardo Pupo
Foto: Yoan Zaldívar

Era demasiado temprano para estar en el céntrico parque Calixto García de Holguín. A las cuatro de la mañana solo rondan esa zona algunos borrachos perdidos y jóvenes trasnochados que esperan el amanecer. Sin embargo, el último día de julio, en medio de este verano tan caliente, un grupo de personas de diferentes edades y profesiones llegaba hasta allí para juntos emprender un largo viaje.

La tranquilidad natural de la hora y el lugar era rota a intervalos por los gritos de ¿quién falta?, ¿pero esa muchacha no viene?, y las constantes llamadas telefónicas a los más rezagados. Finalmente, algunos minutos después de la hora acordada, salíamos en el cómodo ómnibus Yutong rumbo a la ciudad de Moa, en el Este de la provincia. Comenzaba así la séptima edición de la Trepada Cultural y Deportiva Holguín 2009.

Llevar una revista artística con manifestaciones poco conocidas en las montañas cubanas y desarrollar actividades deportivas y recreativas en lugares de difícil acceso del Plan Turquino holguinero era la intención de la delegación, compuesta por una treintena de artistas y especialistas de los instituciones culturales del territorio.

De la ciudad de Holguín partimos la compañía Guabajaney Show –llegada desde Rafael Freyre-, los muchachos de Trébol Teatro –todos muy jóvenes y miembros de la Asociación Hermanos Saíz-, Jaime Vega, cantante del Teatro Lírico Rodrigo Prats, y compañeros y compañeras del Centro del Cine, de las Artes Plásticas, del Museo La Periquera… y profesores de Educación Física del contingente Manuel Pití Fajardo. En Cueto, se nos sumó Binímar, un septeto de aficionados que cultiva la música tradicional cubana.

Al amanecer ya habíamos recorrido un centenar de kilómetros y a las ocho de la mañana estábamos frente al cartel que anuncia la entrada al Plan Turquino moense.
Allí dejamos el equipaje –y el bus-, y partimos en modernos camiones loma arriba… En Río Grande, a solo cinco Km. de la carretera, José Antonio Agüero, funcionario del Gobierno que atiende el Plan en la provincia, nos dio la bienvenida y explicó las características de la zona que visitaríamos.

Agüero –responsable junto a Raúl Parra (Cultura provincial) de los aciertos y desaciertos de la Trepada-, habló también de la humildad de las personas que conoceríamos, de la importancia de llevar el arte hasta ellos…

Después de desayunar y ya con una idea de lo que nos esperaba allá arriba, partimos para Calenturas, una comunidad levantada en la punta de una loma, cerca de las riberas de la presa Nuevo Mundo.

Allí, a 23 Km. de nuestras maletas, más alto que la más alta de las palmas reales, la prueba de fuego está por comenzar. Se afinan los bongoes y las guitarras, se montan mesas con libros, se cuelgan las reproducciones de arte universal… y comienzan los juegos.

Los más pequeños inflan globos, los explotan, participan en las competencias de habilidades, mientras los menos atrevidos disfrutan de helados y confituras. Con las payasitas de Trébol aprenden geografía de Cuba, viajan a la Ciudad en un carro imaginario…

En el improvisado escenario, bajo un rancho de techo de guano, sale un mago que deja atónitos a grandes y chicos, y el humorista Alaín los hace reír, tan natural como lo hacía aquel guajiro de Pinar del Río, el inolvidable Polo Montañés.

Cantan y bailan las muchachas de Guabajaney Show y con sus movimientos cautivan a más de un campesino que intentará seducirlas más tarde. Jaime los vuelve “Crazy” con su voz y se eleva la Calentura, por el sol y la emoción del público, que será uno de los más educados y efusivos de toda la gira.

La cerveza Hatuey y el ron a granel ayudan a que en el momento final algunos osados intenten subir un palo encebado. El que lo logra obtiene regalos que le mejorarán sus condiciones de vida y de trabajo: guantes, módulos de aseo personal…

Pasado el mediodía nos despedimos, para tristeza de los lugareños, quienes se cuestionan “nuestro apuro”. “Total, para un día que vienen…”, dice una señora con cara de pocos amigos, y le explicamos que otros nos esperan en Farallones, que la fiesta continúa por allá.

Almorzamos muy rápido y la historia comienza de nuevo, ahora en una pequeña meseta, cerca del río y de los despeñaderos que le dan el nombre a este sitio.

Los del INDER donan juegos de mesa y pelotas a los instructores deportivos de la zona –al finalizar el espectáculo, los artistas hacen un tope amistoso con el equipo de baseball local-.

Las primeras señales de cansancio comienzan a sentirse cuando al caer la tarde tomamos el camino de regreso. El descenso es lento y hay tiempo para comentar las experiencias de esta primera jornada. Los rostros reflejan satisfacción, no hace falta hablar mucho.

Llega la noche, comemos y dormimos en Moa, envueltos en olor a amoniaco, minerales y salitre. Estamos en la ciudad industrial más importante de Cuba, donde se extrae y produce la mayor parte del Níquel y el Cobalto del mundo.

Trepada 2009: Loma arriba con la Cultura

Por Yordanis Ricardo Pupo
Foto: Yoan Zaldívar

Durante cinco días artistas holguineros recorrieron comunidades montañosas del Plan Turquino, como parte de la séptima edición de la Trepada cultural y deportiva que cada verano organizan en esta oriental provincia la Dirección de Cultura, la de Deportes y el Gobierno local.

La brigada la integraron el septeto Binímar (Cueto), las compañías Guabajaney Show (Rafael Freyre) y Trébol Teatro (Holguín), el solista Jaime Vega, del Teatro Lírico Rodrigo Prats, y técnicos del Instituto Nacional de Deporte y Recreación (INDER) en Holguín.

En el grupo viajaron además especialistas de los Centros provinciales del Cine, del Libro y la Literatura, de Patrimonio y de las Artes Plásticas, quienes exhibieron objetos del Museo La Periquera, reproducciones de obras de arte universal y los más recientes filmes cubanos, entre ellos Ciudad en rojo y Los dioses rotos.

La trepada comenzó el 31 de julio en el municipio de Moa, cruzó Sagua de Tánamo, Frank País, Mayarí y culminó en Cueto el pasado cuatro de agosto.

Los cinco municipios que en este territorio pertenecen al Plan Turquino disfrutaron de las presentaciones, dos en cada uno de ellos –la mayoría en lugares de difícil acceso y, algunas, en comunidades donde por primera vez llegaban conjuntos artísticos de este tipo-.

Un equipo de Baibrama anduvo junto a ellos en el recorrido, subiendo y bajando lomas, tomando las instantáneas que demuestran cuánto se puede hacer para elevar la cultura de los habitantes de las montañas cubanas y el esfuerzo realizado para llevar el arte a estas zonas donde muchas veces ni siquiera llega la corriente eléctrica o las señales de la televisión y la radio.

En los próximos días estaremos compartiendo con nuestros lectores lo acontecido en este gran viaje cultural a través del Plan Turquino holguinero. Esperamos nos acompañen.